Te cruzaste en mi camino...

Acabo de tener una conversación con una compañera de trabajo que quería imprimir sus fotos de Semana Santa y algunas fotos antiguas. Me preguntaba donde podía imprimir un álbum digital de esos que tanto se llevan ahora en las bodas, los bautizos y demás fiestas familiares.

Me ha sacado lo peor de mi y casi la he mandado a paseo. No hay cosa que mas odie que estos jodidos albunes que tanto se han puesto de moda. Tu maquetas tus fotos, las pones donde y al tamaño que quieres e incluso le puedes poner corazoncitos y globitos de colores.

Manda cojones que horterada.

Yo nunca he tenido un álbum familiar. Las pocas fotos que tengo antiguas de mi familia están revueltas en varias cajas y en la mayoría sale mi hermana, que al ser mayor que yo, pues se llevo toda la emoción del primerizo. Mis padres siempre lo han negado, pero es así...
Echo mucho de menos poder tener ese recuerdo de mi familia. Un buen álbum familiar con las tapas raídas y con cientos de fotos de mala calidad pero de un valor eterno.

Actualmente, sin renunciar a la tecnología, guardo mis fotos en discos duros. No muchas, pero fotos creo que con el tiempo ganaran en valor y serán un testimonio de lo que he visto y vivido. Imagino que a los que vengan detrás mio les gustara saber de donde vienen ellos que en el fondo, es la misma linea de la vida. La prolongacion una de la otra...

Tengo fotos de todo: personales, profesionales (algunas históricas), de todos mis coches, mis motos, mis mascotas, mi gente... Pero también tengo fotos que me tienta borrar porque con solo saber su existencia me hacen mirar a otro lado de la pantalla del ordenador cuando veo su carpeta de Windows. Fotos que borrando, equivocadamente pienso me ayudaran a estar mejor.

Imagenes de una etapa de mi vida, que aunque me duelan, me gustan. Me gusta quien sale, donde sale y como sale. Ahora desearía apartarlas por un momento para que no estén ahí, pero solo de momento, porque no quiero que se vayan, no quiero que desaparezcan . Me resisto a borrarlas porque son un trozito de mi. No quiero perderlas porque sé que con el tiempo las veré con cariño porque algo bueno habré aprendido de ellas y en ellas.

En su momento plasmaban viajes, espectativas de vida e ideas de futuro. Ahora ya no son nada mas que recuerdos afilados sobre la tierna realidad.

No, no las borrare...